El pasado 6 de abril, el Boletín Oficial del Estado publicaba unas sorprendentes Declaraciones de Impacto Ambiental de dos proyectos de presas en el norte de Palencia, sobre el río de las Cuevas y el río Villafría, afluentes del río Valdavia (Pisuerga) situados en los términos municipales de Castrejón de la Peña y Santibáñez de la Peña (Palencia). Presas justificadas para uso de riego, que en su día fueron declaradas de “interés general” por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León.

Manipulación

Tales declaraciones nos sorprenden porque son numerosos los problemas que la tramitación de ambos proyectos ha originado desde un principio. Hemos comprobado y demostrado que se han manipulado los estudios previos de los proyectos solicitados a científicos de la Universidad de Valladolid, con clara intención de “quitar hierro” al impacto ambiental de las presas  . Además, sabemos que la Dirección General de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León ha presionado para que salgan adelante. Tras cotejar la versión inicial de estos estudios y los informes presentados por la empresa pública Tragsa, AEMS-RIOS CON VIDA concluyó que, por un lado, las diferencias detectadas afectan a aspectos esenciales en la evaluación de impacto ambiental de los proyectos, concretamente el efecto barrera sobre las aguas y la fauna, la modificación de los caudales aguas abajo de las presas y la transformación del hábitat por el vaso del embalse. Teniendo en cuenta que estas cabeceras conservan valiosos tesoros naturales, entre ellos poblaciones de trucha puramente autóctona, la Universidad calificó los impactos del apresamiento como «negativos», de «ámbito extendido», «fuerte intensidad», «altamente irreversibles y persistentes» durante toda la vida útil de los proyectos. Pero los sutiles cambios realizados en las copias oficiales de esos informes recalifican como «moderados» los principales impactos que el asesor científico juzgaba «severos», todo sin justificación metodológica ni objetividad técnica alguna.

Los informes complementarios de Tragsa han sido elaborados por el organismo promotor, la citada Dirección General de Desarrollo Rural, con sede en Valladolid, a partir de lo que creemos una obvia y deliberada manipulación y falseamiento del contenido de los estudios de origen, concentrada en la valoración de los principales impactos de los proyectos. Asimismo, análisis genéticos previos demostraron la pureza de las poblaciones de trucha común, aunque más tarde se constató que se habían realizado sueltas ilegales de trucha de piscifactoría para hacer que la calidad ambiental de la zona fuese rebajada.

¿Presunto delito?

La manipulación da lugar a una valoración positiva de los proyectos que solo puede calificarse de totalmente arbitraria y tendenciosa ya que carece de justificación técnica o científica alguna. Por realizarse dentro de un procedimiento administrativo reglado, los hechos descritos pueden constituir cuando menos graves irregularidades en la tramitación de estos proyectos, e incluso, posiblemente, podrían ser constitutivos de delito de falsedad en documento público. Subrayemos que el mundo de las grandes obras hidráulicas ha sido protagonista de grandes casos de corrupción, con ese típico alejamiento del cacareado “interés general”, tan proclive a muy particulares intereses privados. Este caso, de hecho, ha sido expuesto junto a otros muchos en el reciente libro de la Fundación Nueva Cultura del Agua Aguas limpias, manos limpias. Corrupción e irregularidades en la gestión del agua en España’ (www.unizar.es/fnca), y nos tememos que no sea el último de índole parecida en la cuenca del Duero.

La gravedad de los hechos nos impulsó a dar constancia oficial tanto a la Junta de Castilla y León como a la Confederación Hidrográfica del Duero y al Ministerio de Medio Ambiente, reservándonos el derecho de comunicarlos al ministerio fiscal, y pidiendo la suspensión cautelar del procedimiento administrativo en curso, con vistas a la desestimación definitiva y al archivo de ambos proyectos. No obtuvimos respuesta ni noticia alguna sobre ellos hasta el pasado 6 de abril, cuando aparece publicada en el BOE las correspondientes declaraciones de Impacto Ambiental (DIA), que asombrosamente dan luz verde a estas grandes presas en las cabeceras del río Valdavia.

Seguir en guardia

Mientras seguimos preguntándonos el porqué de las manipulaciones e irregularidades y quienes serán los beneficiarios de la adjudicación millonaria de estos proyectos, daremos los pasos oportunos frente a esta indecencia en la gestión de bienes y asuntos comunes, y continuaremos exigiendo la necesaria transparencia pública en la toma de decisiones. Siendo los campeones mundiales en embalses tanto por habitante como por superficie, esta denuncia tendría que servir para debatir públicamente la conveniencia de destruir los pocos valles fluviales bien conservados que nos quedan, en teoría para seguir regando cultivos excedentarios con aguas potables superficiales públicas casi gratuitas; y más ahora que “nuevos” proyectos de presas innecesarias y destructivas para los ríos con vida amenazan otros ríos salmonícolas de la cuenca del Duero, como los de Duerna, Eria y Omaña. Pues bien, que sepa esa Confederación, como los promotores y amigos de tamañas tropelías, que trataremos por todos los medios de impedirlas y no nos cansaremos de denunciarlas. No duden que el saqueo del patrimonio natural y social, como el subsidio permanente de bienes públicos que a todos nos pertenecen encontrarán coto más tarde o temprano; y si como dice el refrán: “arrieritos somos…” andando el tiempo esperamos encontrar a quienes hoy se creen a cubierto de la ley en el lugar que les corresponde, ahora sí en aras del interés general de los ciudadanos. Por nosotros no quedará… con tu ayuda.

Artículo publicado en el número 25 de verano de la revista Dánica. Junio de 2006.

 Puedes descargar el Informe publicado por AEMS-Ríos con Vida.