Voluntariado ambiental es lo que hacemos cada vez más colectivos, gente interesada en conocer y mejorar los ríos, participando en su estudio y diagnóstico, actuando para protegerlos y restaurarlos; sensibilizando, jugando y educando en los ríos, para que la sociedad los aprecie y disfrute más y mejor cada día.

Compromiso personal, oportunidad colectiva

Como pescadores, coincidimos con distintos colectivos en nuestra percepción emocional y lúdica del río, ya que acudimos al él a disfrutar con peces y moscas, paisajes, rumores de corriente, vuelos de mirlo, estampas de nutrias al sereno deslizándose a jugar en el remanso… Y la vida del río que asoma a nuestros ojos ha impactado a otros que sin ser pescadores también han sido seducidos por esa ondulante corriente, cristalina u opaca, siempre misteriosa y sugerente.

Ribereños, pescadores de toda índole, naturalistas, educadores, ecólogos, piragüistas… Ciudadanos en suma, amantes todos de los ríos con vida y por tanto potenciales aliados en un fin común. Mucho nos jugamos, nuestro futuro y el de los que vienen detrás: seguir gozando y ver a nuestros hijos gozar los mismos ríos. Y para conseguir proteger, mejorar, restaurar los ríos, hay que comprometerse, unirse, organizarse, formarse, colaborar. Un puñado de personas motivadas, voluntarios bien coordinados, compensados y reconocidos, pueden hacer y mostrar mucho trabajando en el río. Crecen las oportunidades para hacerlo: a las subvenciones públicas a proyectos e iniciativas ambientales en las diferentes CCAA, la obra social de las cajas de ahorro, fundaciones y otras instituciones, se une ahora el Plan de Voluntariado ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, que financiará proyectos en ríos y riberas con una primera convocatoria de ayudas aparecida el pasado mes de mayo, con un máximo de 30.000 euros por cada proyecto, a ejecutar en 2007, a la que se espera le suceda una segunda en diciembre para proyectos a desarrollar en 2008.

¿Pescadores y Voluntarios?

Sin ser una asignatura pendiente, el voluntariado todavía aparece como una idea y práctica algo ajena al común de los pescadores. Siendo como ha sido y es la pesca en nuestro país, no es raro que el pescador español medio, más aún el de salmónidos, siga siendo bastante individualista. Tradición celosa de su ciencia y su cesta, competitiva y guasona, a menudo más proclive a despistar o desanimar que a desvelar sus secretos a los demás cofrades. Algo que la AEMS quiso cambiar desde su fundación, con una nueva mentalidad de hermandad entre pescadores. Transmitir, compartir, enseñar… a entrar y leer el río, observar la vida que atesora, montar las artificiales, lanzarlas con la cola de rata para pescar hermosos peces salvajes… Por eso aquí nunca tuvo respaldo el fantasmeo egoísta o la exacerbación competitiva en la pesca, y por lo mismo nuestro espíritu y acción siempre ha mantenido como seña de identidad la generosa extensión del conocimiento entre todos. Pescadores y defensores de los ríos, que comparten, aprenden, enseñan e implican a otros en estas dos caras de un mismo anhelo.

Si hay que elegir entre competir y compartir, lo tenemos claro… Además, aunque hay quien piensa y opina que la competición forma pescadores más eficientes, tampoco competir es sinónimo de pescar más o mejor, que excelentes pescadores hay que nunca competirán, simplemente porque no les atrae, o no ven ni disfrutan la pesca de ese modo. En todo caso, el mismo concepto de eficiencia depende mucho de lo que cada cual busca en la pesca, ya que si uno compite y se entrena para ello, lógicamente enfocará la eficiencia con arreglo a los criterios que marca la competición, donde frecuentemente «el tiempo es oro». Nosotros podemos permitirnos «perder» el tiempo en el río, esperar a que se pongan «las grandes» y observar sin prisa ni pausa lo que ocurre a nuestro alrededor. Los peces grandes no están o no asoman siempre al pesquil. Si nos centramos demasiado en la puntuación cuantitativa de la jornada de pesca, levantaremos truchas, pero también es fácil que pasemos por alto importantes aspectos cualitativos. Si no valoramos el número de capturas por encima de cualquier otra consideración, nos será más fácil acompasarnos al ritmo de la naturaleza y llegar a conocerla mejor, lo cual será nuestra mejor baza de pesca, más en condiciones difíciles y ante viejos peces salvajes.

Si quieres peces…

Compitas o no en la pesca, puedes también compartir tu amor por los ríos y cooperar activamente en su mejora, aunando esfuerzos con otros para un buen fin común. Como sabes, en la AEMS somos voluntarios altruistas, los más apoyando económicamente y algunos aportando también trabajo, sacrificando horas «por amor al arte». Aquí se hacen y consiguen cosas con muchas dificultades, gracias a un puñado de «buenas almas» comprometidas y a la base social que sustenta la actividad. No somos los únicos. En el mundo de la pesca hay asociaciones que se vienen implicando en limpiezas de residuos cauces y riberas, mejora de frezaderos, revegetación de riberas, etc., tareas en las que AEMS ha sido y es pionera. Y como se ha ido extendiendo el interés social por el agua y los ríos, son numerosas las iniciativas que se han ido sumando en su favor. Sin poder nombrarlas todas aunque lo merecen, podemos citar iniciativas de diversas asociaciones: Projecte Rius, de la Associació Hábitats; VoluntaRíos, de ANSAR; Projecte Rius Valencia, de Plataforma Xúquer Viu; Acción Riberas y Proyecto Nutria, de Ecologistas en Acción; Restauración de Riberas, de WWF/Adena; Voluntariado Ambiental en el Delta del Ebro, de SEO/BirdLife. Y también programas de voluntariado en ríos impulsados por algunas administraciones como Andarríos, de la Junta de Andalucía, o IBAIALDE, del Gobierno Vasco.

Y cómo no también nuestro programa Adopta Un Río (AUR), iniciado a principios de los años 90′ y con varios proyectos importantes como AUR-Palancia, AUR-Madarquillos, y Mejora de Hábitats, desarrollados por nuestros grupos de Valencia, Madrid y León, respectivamente. Proyectos realizados con altas dosis de entusiasmo y esfuerzo voluntario, pero con mínimos recursos, modestas ayudas públicas, o de alguna obra social, como la CAM en el caso de AUR-Palancia (VOLCAM 2000-2002). Para tener peces hay que mojarse, pero para llevar voluntarios a trabajar al río –y que no huyan aterrados, o algo peor- se necesita dinero. Mucho hay por hacer en nuestros ríos, y por ello esperábamos que estas ayudas del Ministerio aparecieran publicadas en un BOE con las debidas garantías de coherencia y transparencia de criterios, más aún porque se dirigen a asociaciones no gubernamentales y sin ánimo de lucro… Pero desgraciadamente no ha sido así y da la sensación de que se ha impuesto la chapuza. Esperemos que rectifiquen seriamente para la próxima convocatoria.

Adopta Un Río: Bidasoa

Y últimamente, AUR-Bidasoa, un ambicioso proyecto que se está haciendo realidad este año gracias a la iniciativa Tú eliges, tú decides de la Caja de Navarra (CAN), un novedoso y saludable hito en obra social, donde los clientes de la entidad votan los proyectos presentados decidiendo el destino de los fondos.

El Proyecto Adopta Un Río… Bidasoa (AUR-Bidasoa), ha contado con el respaldo de la mayoría de los clientes de la Caja participantes en la votación a proyectos de carácter ambiental (1.009 votos), consiguiendo la adjudicación del total de la ayuda solicitada para desarrollarlo. Es un Proyecto Local de Voluntariado que sigue las premisas de la Directiva Marco de Aguas de la UE (DMA), el Plan Nacional de Restauración de Ríos (PNRR) y el Plan Nacional de Voluntariado Ambiental en Ríos del Ministerio de Medio Ambiente: promover el acercamiento de la sociedad a los ríos y su problemática, dándole la oportunidad de participar activamente en su conservación. Dedicado al estudio, diagnóstico, sensibilización, educación y mejora ambiental del ecosistema fluvial del río Bidasoa, con sus componentes naturales y humanos, en el ámbito de la Comunidad Foral de Navarra, AUR-Bidasoa tiene una marcada vocación social e integradora. Compartido por la AEMS de Navarra y con la colaboración de la Asociación Navarra de Pescadores a Mosca (ANAPAM), es un Proyecto abierto a la participación de administraciones y agentes implicados en la cuenca, como el Gobierno y el Centro de Recursos Ambientales de Navarra (CRAN), la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN), ayuntamientos, centros de investigación y educativos, entidades y colectivos locales, etc.


De acuerdo a los objetivos del programa, AUR-Bidasoa, enmarca una serie de actividades de estudio y diagnóstico participativo del estado ecológico de la cuenca, con recorridos fluviales y Jornadas de limpieza de residuos con voluntarios, además de actividades de educación ambiental dirigidas a la población local, escolares, etc. La gestión del voluntariado asociado a estas actividades seguirá la Guía de buenas prácticas recientemente publicada por WWF/Adena bajo auspicio del Ministerio de Medio Ambiente, a la cual hemos contribuido dentro del grupo de expertos encargado de elaborarla. Los resultados de los trabajos se expondrán en unas Jornadas que tendrán lugar probablemente en el próximo otoño, donde esperamos pueda cristalizar la Campaña y el Contrato de Adopción, un compromiso colectivo por el Bidasoa a partir de un diagnóstico común, capaz de impulsar acciones para dar a conocer y querer, cuidar y recuperar el ecosistema.

Publicado en Septiembre de 2007 en la revista Dánica de pesca a mosca