Museo de la caza y la pesca del Alto Adigio ( Tirol del Sur). Palacio Wolfsthurn.
Una proyección histórica de la pesca a mosca europea a través de las cañas, carretes, líneas y moscas atesorados durante tres décadas por Rudolf Reichel. Museo de la caza y la pesca del Alto Adigio ( Tirol del Sur), Schloss Wolfsthurn.
Por José Alfredo Fernández Ramos
Durante más de 30 años el hombre de negocios Rudolf Reichel llevó su pasión por la pesca a mosca más allá del río, reuniendo en una colección sin parangón los objetos más emblemáticos de la pesca con cola de rata. Siguiendo la pista de los fabricantes, artesanos y pescadores señeros, Rudolf Reichel reúne las piezas esenciales de la historia de las artes de la pesca a mosca en el Siglo XX. Con ello coloca también los hitos que marcan la historia cultural y natural de la relación del pescador con los hábitats acuáticos.
La colección se exhibe con carácter permanente en el Museo de la Caza y la Pesca del Alto Adigio (Südtiroler Landesmuseum für Jagd und Fischerei – Museo provinciale Alto Adige della caccia e della pesca). El museo se aloja en el imponente palacio «Schloss Wolfsthurn», situado sobre un promontorio en pleno valle alpino del «Wipptal» en Mareit, junto a la ciudad de Sterzing (en italiano «Vipiteno»), en pleno corazón de Tirol del Sur, Alto Adigio. Recordemos que esta parte de Tirol está situada en la actual Italia, y aunque es mayoritariamente de habla alemana, el italiano es su segunda lengua oficial.
Los objetos de la «liturgia mosquera» de la Colección Rudolf Reichel incluyen carretes, cañas, líneas, instrumentos y materiales de montaje, así como colecciones de moscas para salmón, trucha y tímalo. Muy relevante es el hecho de que todos estos objetos tienen nombre propio, ya sea el de la casa fabricante, el del artesano o el del pescador. Traeremos a colación algunos botones de muestra.
Carretes
Destaca el carrete para salmón «Chas Farlow Maker 191 Strand London» de la casa Farlow, de factura muy refinada, fabricado hacia 1850, frente a los carretes de madera con apliques metálicos de la época; por ejemplo, los de la casa Hardy. Como contrapunto, se muestra el carrete de titanio-vanadio «ATH Flyreel«, de 1985. Diferentes modelos ponen de manifiesto la evolución de los carretes desde el último tercio del siglo XIX hasta el tercer cuarto del siglo XX. Desde luego, la arquitectura y los materiales empleados para su construcción actual no han hecho más que evolucionar.
Cañas y líneas
Aparecen las cañas de bambú refundido con nombre propio. En concreto, las cañas del hotelero Charles Ritz, figura clave en la difusión de la pesca a mosca al estilo inglés en centroeuropa. No faltan referencias a la figura legendaria de la pesca a mosca en el río Traun austriaco, Hans Gebetsroither, ni tampoco a otra figura central del selecto FARIO-Club que fundara Ritz, como es el dentista Emmerl Schwarzäugel. Entre otras figuras prominentes, el mismo Hamingway perteneció al club.
Charles Ritz fue un entusiasta diseñador de cañas (véase su libro «Erlebtes Fliegenfischen«), y asesoró desde 1937 a la casa de artículos de pesca francesa Pezon & Michel en el diseño de innovadores perfiles. Uno de sus ejemplares se muestra aquí.
Colecciones de moscas
MOSCAS DE SALMÓN
Ocupan un lugar principal las moscas de salmón, todas con gran obra, profusión de plumas variopintas y oropeles diversos, colocadas no solo en carteras de bolsillo, sino en cajas metálicas diseñadas expresamente. Destacan las cajas negras de metal con 115 moscas de Malloch of Perth, y las 6 cajas y cientos de moscas del proveedor real C. Farlow & Co. London, de aproximadamente 1910.
MOSCAS DE TRUCHA Y TÍMALO
De no menos interés son las colecciones de moscas para la trucha, que cubren prácticamente todo el siglo XX. En ellas se va apreciando el cambio en los patrones y en los materiales usados; un cambio en el tiempo y también en la interpretación y creación de patrones en cada país.
Destaca la colección de moscas de los Hardy Brothers de 1920. Entre las Danicas con sus enormes alas de pluma de pato y largas colas, aparecen algunas con cuerpo extendido. Y la colección de secas y ahogadas de la «Chas Farlow» de 1910, cuyos modelos hechos de plumas e hilos aún se pueden comprar hoy día en la misma casa Farlow de Londres, cerca de Trafalgar Square.
No podían faltar las moscas del adalid de la pesca purista a mosca seca, Halford.
Ni las de ninferos convencidos a la Skues, como Sawyer
Entre las muy conocidas en nuestro país, está la colección original del francés André Ragot, de 1965.
Los pescadores centroeuropeos, alemanes, austriacos y suizos, ocupan un lugar destacado. No en vano Rudolf Reichel se movía por los ríos de estas latitudes germánicas como pez en el agua. Se presentan moscas de diferentes regiones, como las del Dr. Karl Fliege de Coburg, en Franconia del Norte (Oberfranken), al norte de Baviera. No olvidar las del Hans Kogler o las de Gebetsroither, el creador del estilo de lance que lleva su propio nombre, del río Traun, en Austria. Con nombre propio se exhibe la antigua colección de moscas con codal de seda de la casa Zigenspeck de Berlín. Estas colecciones son testigos elocuentes de la historia de la expansión de la pesca a mosca al estilo inglés en Alemania, Austria y Suiza.
Entre las señeras colecciones europeas, España está representada por la colección de moscas y ninfas de «Joaquin Appolonario, Madrid», tal como reza la leyenda en el expositor. Son moscas fantásticas, la mayoría al estilo inglés, con ejemplares de todos los órdenes de insectos. Destaca el uso de pluma de León en los tricópteros. Desde luego, son una auténtica muestra de los primeros pasos de la pesca a mosca al látigo española, y las moscas merecen un estudio detallado en su contexto.
Los aparejos se presentan en algunos casos introducidos o insertados endioramas con escenarios piscatorios. De gran interés para el pescador es el gabinete dedicado a las aves de cuyas plumas se han nutrido las moscas para la pesca, hasta la aparición de los materiales sintéticos.
En pocas palabras, estamos ante un museo espléndido para disfrutar de la pesca con mosca y su historia, a través de la Colección Rudolf Reichel. Absolutamente recomendable.
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Nota bene:
Como nota al margen, conviene recordar que los objetos de la Colección Rudolf Reichel forman parte de la tradición inglesa de pesca a mosca, o están en su línea. El estilo de pesca a mosca inglés relegó a la vieja pesca con mosca continental, de varal y sedal fijo, tan bien recogida en los manuscritos centroeuropeos a partir del siglo XV, así como en los italianos y españoles. Hay vestigios del estilo continental en las tradiciones de la Pesca a la Valsesiana en Italia y la Pesca al estilo español, que otros llaman leonés, caracterizado por el uso de sedas y plumas de los gallos de León, aunque no sólo, tal como se recoge en el Manuscrito de Astorga. En el mundo germanoparlante apenas quedan huellas de las viejas prácticas del «Vederangeln» o «plumaanzuelo».
La incorporación de la Colección Rudolf Reichel al museo etnológico es fruto de una iniciativa encomiable del Casting Club Südtirol (Club de pesca de Tirol del Sur). Iniciativas similares serían muy recomendables en nuestro país, para conservar la memoria de la pesca a mosca.