SOBRE CHALECOS Y CAJAS DE MOSCAS PARA PESCAR TRUCHAS:

TODO DENTRO DE UN ORDEN

 

por Joaquín G. Apolinario

 

    Tengo decenas de temporadas a mis espaldas ejerciendo de Mosquero y nunca termino de tener claro cómo llevar organizados mis “cachiperres” de pesca. Lo que voy a exponer es solo una fotografía de cómo me organizo en este instante, aunque mañana será de otra manera con toda probabilidad, dado lo proclive que soy a estar siempre intentando mejorar lo conocido.

   Todos somos peculiares, no tenemos ni los mismos gustos ni las mismas necesidades. Por este motivo nadie puede afirmar que usar chaleco es mejor o peor que un Chest Pack o una riñonera. Tampoco si conviene más una caja para nuestras moscas con compartimentos,  foam, ranurado o clips… Para satisfacer los gustos existen los colores.

   Me limitaré a exponer cómo me las arreglo yo, de momento, para llevar todo lo que puedo necesitar durante la acción de pesca, por si a alguien le puede resultar de utilidad.

   Mi elección personal para pescar truchas es el chaleco. He probado otras cosas, pero me gustan menos. Valoro mucho tener un espacioso bolsillo trasero para albergar comida, bebida y un impermeable ligero por si nos sorprende un chaparrón.

   Básicamente utilizo dos chalecos. Uno de ellos es específico para pescar el rio que tengo cerca de casa, el Miño. A su paso por Ourense es un rio muy caudaloso y peligroso (si no se conoce bien) por las constantes e imprevisibles  variaciones de caudal a las que se ve sometido. El  chaleco que utilizo aquí lo adquirí por correo en USA hace muchos años y tiene la particularidad de poseer en su interior un salvavidas hinchable activado por una pequeña bombona de CO2. Los años van pasando y la condición física no es la de la juventud. Mi seguridad se completa con un bastón de vadeo, que ya siempre llevo armado cuando estoy en el rio. Cuando pesco el Miño, u otro rio que me exija, llevo un segundo bastón plegado en el cinturón por si tengo que llegar a la orilla precipitadamente o simplemente tengo que recorrer una distancia larga sobre resbaladizas piedras. Os aseguro que el 4×4 es una maravilla. Alguno de mis amigos se ríe de mí y yo le digo que aunque tenga que usar un andador seguiré yendo al rio.

   Este chaleco está siempre listo para ponérselo y pescar. Llevo en él todo lo que pueda necesitar en el río, cortahilos, pinzas para desanzuelar, flotabilizador, grasa para el bajo, agua jabonosa para el tippet, bajos de línea de repuesto, tippets… y ,por supuesto, cajas de moscas con las imitaciones que la experiencia me ha ido diciendo que necesitaré.

   La idea, al manejar más de un chaleco, es no verse en la necesidad de tener que ir trasvasando los accesorios y las moscas de un chaleco a otro según cuál vaya a utilizar. Mi experiencia me dice que con el trasvase siempre olvidas algo que dificulta tu acción de pesca.

   He de aclarar que no tiene que resultar una cuestión que nos genere un gran gasto, solo hay que disponer de accesorios antes de agotarlos del todo para instalarlos en el chaleco de menor uso. En lo referente a las moscas, necesitaremos una buena cantidad de ellas para llenar tanta caja, pero presupongo que adoramos el montaje, ¿nooo?

   Las cajas de moscas para este chaleco también son específicas y permanentes. Llevo 5 en total, 4 con lo que estimo que voy a necesitar durante la temporada y 1 de refuerzo para el momento específico de la temporada en el que nos encontremos. Ésta última va cambiando su contenido a medida que avanza la temporada, «Pardones» y «Rhódanis» dan paso a «Sulfúreas», tricópteros… y así hasta fin de temporada.

   Hace ya tiempo que descarté el modelo de organización de llevar al comienzo de la temporada solo las moscas previsibles de principios e ir cambiándolas según fuera avanzando… era un desastre, casi siempre estaban en casa o en el coche las imitaciones que justo necesitaba en ese momento.

   En el otro chaleco que utilizo, además de todos los accesorios (que lo habitan de forma permanente) llevo 6 cajas de moscas, 5+1 caja de refuerzo, según las explicaciones que di anteriormente, dado que me gusta variar mucho de escenario a lo largo de la temporada, teniendo que enfrentarme muy frecuentemente a ríos desconocidos en los que ignoro cuáles son las imitaciones que más pueden rendir.

   Hay dos situaciones en las que no uso chaleco. La primera es cuando llueve o estoy seguro de que lo hará, y no me estoy refiriendo a un chaparrón, sino a lluvia lluvia.

   Como me resulta muy incómodo llevar todo el día el chaleco debajo del impermeable y si lo llevo encima se me moja todo (cosa que odio) desestimo el chaleco y utilizo mi chaqueta de lluvia que tiene dos grandes bolsillos delanteros y uno enorme en la espalda. Ajusto al máximo los accesorios sin que falte de nada y uso 2 cajas de moscas. Una de ellas de gran capacidad con un poco de todo a la que denomino “Caja de Lluvia”, y la consabida y más pequeña con las imitaciones esperadas para el momento y el lugar. En la caja de lluvia al tener que reducir el número de imitaciones, por cuestión de espacio, predominan los montajes e imitaciones más apropiados para resistir el “empapamiento”.

   La segunda situación en la que prescindo del chaleco es cuando afronto una breve jornada de pesca y sé de antemano que no va a ser exigente con las imitaciones. En este caso me apaño bien con los bolsillos de la camisa y del vadeador.

   Los elementos que uso en estas dos situaciones los alojo en un pequeño maletín especial para ellos, no los cojo en ningún caso de ninguno de mis dos chalecos. Van de ese maletín a la chaqueta impermeable o a la camisa, y regresan al mismo una vez terminada la jornada. 

   Ya sé que mi sistema es en apariencia un poco lioso, pero de esta forma me aseguro de llevar encima siempre todo lo que necesito cuando estoy pescando.

   He dejado para el final referirme a esos complementos que usamos en todas nuestras salidas de pesca como las polarizadas, la linterna de la cabeza, las gafas de cerca para el que lo necesite, crema solar… Todos estos elementos los llevo en otro pequeño maletín que incorporo a mi equipo de pesca. Como los voy a necesitar en todas mis salidas de pesca bien sea de truchas, barbos… lo incluyo en la bolsa genérica que llevo con el equipo necesario de cañas, carretes, ropa…

   Como veis, yo hago un mundo de todo esto, la pesca, los equipos, cañas, carretes, líneas, el montaje de moscas, la organización de los chalecos para la acción de pesca, la disposición de las moscas en las cajas que llevo en el chaleco, el orden del equipo en casa o en el coche, los materiales de montaje en casa o en el equipo portátil de montaje que me gusta llevar al lugar de pesca “por si las moscas” y también la organización de las propias moscas en sus cajas de almacenamiento en casa, en las cajas de almacenamiento que llevo al rio o “cajas nodriza”… es posible que en breve necesite ayuda psicológica…  pero el caso es que me gusta y disfruto mucho con todo esto, siempre estoy pescando.

Joaquin G. Apolinario